La memoria es traicionera:
Cuando todo se derrumba no puedes evitar pensar , en mitad de la tan temida confusión, cuando fue que empezó todo.
Mi memoria maldita, la que trabaja al servicio del dolor culpable, solo me brindaba recuerdos de lo que creí una vida feliz.
Los pocos recuerdos tristes que me presentaban, se teñían de anhelo y necesidad de justificar que no eran para tanto. Necesitaban dejar constancia de que no eran suficientes para que todo lo bello se hubiera muerto.
Sabia que todo se había acabado, pero aun en aquellos días, no sabia el por que. Por que a mi, por que a nosotros...
Luego con el tiempo, el humo que me confundía, se fue disipando. Empecé entonces a ver un poco mas claro el norte y el sur. Entrevés lo podridas que estaban las flores que nos echábamos y las mentiras que escondían cada una de las palabras que proclamábamos.
Ahora solo siento rabia, porque no tuviera valor para soltarte antes. Para no hacerte sentir mal, se perdió el respeto, se murió el amor y encima en tres días, te burlaste del el sobre su tumba
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