Un poco de critica social.

Yo estudio medicina.

No se si lo había comentado antes.

La gente suele mirarme con cara de sorpresa cuando lo digo. Creo que es porque me ven cara de tonta, y no creían que lo lograría. Por eso me encanta decirlo.

Se me llena la boca. Hago luego una caída de ojos, que me sale perfecta a fuerza de practicar delante del espejo. Simula algo así como humildad pero nada de eso.

Ya habíamos dejado claro que la humildad no era mi fuerte.

Mis notas son mediocres pero me va bien, apruebo todas y tengo una media aceptable, la inteligencia tampoco es mi fuerte, yo soy mas de cojones.

A fuerza de fuerza, lo acabo sacando todo. 

No voy mucho a clase por varios motivos. Mi facultad esta donde Cristo perdió la chancla y decidió que era mejor comprarse otra que ir a buscarla de nuevo. Hace un frío glacial, cosa que va en contra completamente de mi temperamento caribeño.

Otro motivo es la gente. Son por decirlo de manera suave... raros de cojones.

Siempre creí que yo era especial, pero después de cuatro años, he descubierto que soy un muermo. De verdad, soy lo mas normal del mundo. Soy la aguja del pajar pero porque todo el mundo es raro menos yo...
Pero bueno, no todo es malo, son raros pero buenos, hay muchos a los que quiero bastante pero eso no quita que me asusten un poco a veces.

Bueno total que paso los días y los meses en esta carrera de fondo que es medicina, y conforme pasan los cursos siento que esto cada vez mas cerca del fondo... del fondo de una botella.

Todos sabemos que la universidad no es para tirar cohetes, pero creo que la mía esta compitiendo por el premio a la incompetencia o algo así. 

Por lo que si unimos todas estas desventajas a un conjunto rancio de profesores mayores de 134 años, me queda una cama muy calentita y unos apuntes de otros años.

Yo me agarro a eso y acallo mi problema de conciencia al echo de que soy  muy mayor y llevo mas años en la universidad que todos mis compañeros. Cosa que no es falsa.

Las practicas son otro cantar, que no otro género porque al igual que las clases teóricas, los profesores, los jefazos de la universidad, el gobierno, los ministros y la mismísima virgen de la Macarena se ha propuesto jodernoslas.

Por millones de motivos. Desde el profesor que no se presenta. Pasando por el aula que no se abre sin permiso de un superior que esta en su casa descansando, Hasta los médicos demasiado ocupados en ser semidioses ( porque para ser dioses completos hay que no cagar) para hacernos caso.

Por anécdotas que no quede, tengo una ristra de ellas, pero me esta entrando el sueño, y mañana tengo que no ir a clase. Buenas noches.