Daños colaterales:
Hoy ha habido otros labios, distintos a los suyos, otras caricias y otros suspiros.
Se sentían cálidos y amables, reparaban las grietas y los dolores.
Pero luego, he recordado que aun me quedaba un día para respirar, y después de ese día, cientos más.
Y es que no anhelo antiguos besos, pero aún no estoy lista para ser feliz con los nuevos.
Estos queman, irradian tanto calor que duelen y sé que al final el saldrá herido, hecho trozos tan pequeños como lo que soy yo ahora mismo.
No quiero todavía sentimientos. No quiero sentir como los siente él. Los destila por cada poro de su piel y me provocan dulzura y me hacen sentir menos sola, menos hundida...
No quiero hacerle sufrir, pero en esta guerra, se que habrá daños colaterales, muertes evitables y todo apunta a que su corazón será una de las víctimas.
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