martes, 5 de mayo de 2015

Hoy.

Y ahora estoy aquí.
Es mi hora favorita del día. Aunque de una época nada bonita.
Todo el mundo se ha ido a dormir.
A mi alrededor solo quedo yo. El móvil ya no suena, no queda casi nadie despierto.
El cronometro avanza. Debería estar estudiando el nombre de un montón de microorganismos incomprensibles, pero bien es sabido que no hay musa mas poderosa para mi que tener que estudiar.
Todas las grandes ideas se me vienen ahora a la cabeza.
Los mas probable, es que ni siquiera sean grandes ideas, pero en el silencio de esta noche tan calurosa me pregunto que diantres será eso de tener una gran idea.
Es ahora cuando me acosan los deseos de futuro, el progreso, el avance y un centenar de historias que desaparecerán de mi mente con la luz del alba.

Quisiera poder decir algo sobre la vida. Sobre el destino y sobre los sueños.
Pero es que tampoco puede exigírsele mucho al ser humano en tan tardías horas.

Hoy me han hablado de la fama.
Me pregunto como será eso. El ser reconocido y alabado continuamente.
El ser juzgado y observado sin descanso.
El anonimato es un arma de doble filo. O algo así creí entender. ¿Pero es realmente lo que queremos?.
Desgraciadamente creo que pertenezco al gremio de seres humanos que necesitan de las alabanzas para creer en lo que valen.
Yo que me suponia especial al resto. Maldita inseguridad.

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