martes, 30 de abril de 2013

Aprendiz de ser humano

Hoy me gustaría hablar de las amistades malogradas. El ser humano por desgracia es un ser social. Exceptuando casos aislados de ermitaños que han preferido vivir en total soledad, todos necesitamos el efímero apoyo de otro ser humano, que en el fondo es tan fragil y desestimable como tú. Pero lo que es indudable es que unos lo son mas que otros.
Yo no nací como ser social.
Odio a mas gente de la que es necesario para ser feliz. ¿por qué? ni idea.
La mayor parte de la gente no me hace absolutamente nada, así que después de mucho reflexionar....soy una persona envidiosa. pero ¿de qué? esta claro que no me gusto especialmente. No soy un ser humano vanidoso en temas físicos, mas bien intelectuales así que lo que realmente envidio del prójimo, son sus habilidades sociales.
No soy un ser social. Me da pereza hacer nuevas amistades y muchas veces fracaso en conservar las antiguas, y es que llega un determinado momento en que no doy mas de mi.

Pero prefiero ser consciente de ello que no serlo. Hay una muchacha en mi clase que tiene habilidades sociales para regalar...definitivamente no desearía ser ella. Su necesidad patologia de caer bien a todo el mundo y llevarse bien todo ser vivo del planeta la hace caer justo por el lado contrario del tablero en el que me encuentro. Es un ser....demasiado social.
La mayoría de las personas de clase la evitan por su pesadez, y no sabe llevar una existencia digna si no esta rodeada de cuatro personas (como mínimo)
No odio tanto a la gente...sin duda ella me da pena, porque cada uno tenemos algo que no impide ser totalmente feliz.  Yo pensaba que ella lo tenía todo, y me equivoque por completo...prefiero quedarme como estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario